“En la primera parte de mi concierto voy a tocar 12 Preludios, del N° 13 al 24, y en la segunda parte dos Nocturnos, el opus 15 N° 3 y el opus 27 N° 1. Voy a finalizar con la Balada N° 2”. Así lo describe Karin Källsten, quien ha elegido la música de Frédéric Chopin para el recital que dará hoy, a las 21, en el auditorio del Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).
La pianista tucumana cuenta por qué eligió el compositor polaco, al que estudia desde hace muchos años. “He aprendido muchísimo estudiando su obra. Su música tiene armonías originales y una serie de elementos característicos. Chopin siempre ha sido un gran expansor del universo armónico y formal. Además, lo elijo por la fuerza y la brillantez de su música, y por la poesía, porque es un gran poeta en la música”, afirma.
Källsten ya ha protagonizado otras actuaciones en el piano del Virla: “toqué otros autores como Debussy, Albéniz y Rachmaninof. Ahora, la noche estará dedicada a Chopin. Una tiene que especializarse en el compositor para interpretarlo mejor”.
En el Conservatorio
“Me formé en el Conservatorio Provincial de Música hasta recibirme de profesora de piano. Paralelamente estudié Arquitectura y me recibí de arquitecta. Más tarde cursé la licenciatura en la Facultad de Artes y me recibí de Licenciada en Música. Toda mi vida, aparte de trabajar, he seguido estudiando. He trabajado como docente en el Conservatorio Provincial de Música muchos años y ya me jubilé”, detalla.
Varias carreras
Al preguntarle cuál carrera prevaleció en su hacer, afirma que todas las disciplinas “están bastante relacionadas de alguna forma; siempre me han servido todas las carreras que cursé. Por ejemplo la licenciatura, que es investigación, me ayudó muchísimo para la parte de interpretación pianística. Arquitectura siempre me gustó, pero me dediqué de lleno a las artes del piano como docente porque es mi pasión. Sin saberlo, también arquitectura ha sido un gran apoyo para el estudio del piano porque hay muchos elementos en común entre las artes”.
Acerca de qué le dio la docencia, señala la gratificación de “transmitir mis conocimientos a los alumnos. Tengo ex alumnos que me han dado muchísimas satisfacciones, que están recibidos, enseñando a su vez. A la vez en la docencia he podido aprender mucho”.
Los conciertos
“Como me jubilé hace tres años, tengo más tiempo para dedicarme a los conciertos. En la pandemia me puse a estudiar muchísimo. Por eso armé este recital, como algo que tenía pendiente. Antes, la dedicación a la docencia me impedía tocar más seguido”, expresa.
Para sus próximos conciertos la pianista dice que le gustaría abordar otras obras de Chopin. “Pero también puedo estudiar otros compositores. Me gustaría seguir trabajando autores del romanticismo, como Liszt y Brahms”, adelanta.